Evolutivamente, la selección natural hace ganar a los más fuertes. Hay conflictos que se resuelven porque pierde el débil. Como pasó con los indios americanos, con los aborígenes australianos, con los miles de lenguas que ya han muerto, con las decenas de miles de especies biológicas que desaparecen anualmente.
¿Qué futuro nos espera? La violencia no se erradicará. No veo ninguna fuerza evolutiva que la haga disminuir. Excepto los conflictos de alcance planetario, un conflicto atómico entre China y EEUU, los demás no representan ningún problema para la continuación de la humanidad. El altruismo, que ha evolucionado desde el interés de supervivencia grupal, en muchos animales incluidos los humanos, no sé si puede influir en este caso. La evitación del conflicto en estos juegos no tiene que ver con el altruismo que es una conducta cooperativa demostradamente eficaz para una mejor replicación de grupos.
Me gustaría parar y hacer ver a los lectores mi tesis. Consiste en explicar los comportamientos humanos y el constructo mental del hombre, y por lo tanto el ethos de las cosas desde un punto de vista biologista. Lo cual quiere decir que la moralidad y la ética humana para mí vienen determinadas por las conductas, memes, o ideas que la selección natural ha discriminado positivamente. Es decir, la ética ocurrió, o apareció en el género Homo a partir de lo que interesaba más a un grupo o especie animal para optimizar su replicación. Si hay un lector que discrepe directamente de esta idea, y que busque explicaciones mágicas a las cosas, vale más que se salte este blog, a no ser que la curiosidad de mi pensamiento lo motive a continuar la lectura.
Si los bonobos (nuestros primos genéticos más cercanos, o chimpancés enanos) solucionan sus problemas con contactos sexuales promiscuos, quiere decir que tienen un sistema ético que aprueba esta práctica. Si los elefantes están organizados matriarcalmente, también su sistema ético priorizará el respeto al género femenino. Supongo que los elefantes no permitirían conductas masculinas agresivas como ocurre en el Islam, en Japón o en tantos otros sitios, o entre los Gorilas, los lobos marinos u otras especies y culturas. Si estos animales como los elefantes, perros, delfines o ballenas tienen comportamientos de cooperación social, tales como ayudar a morir. acompañando a los congéneres moribundos, visitar a los ancestros muertos de hace tiempo en señal de recuerdo, acompañar a los enfermos hasta que se curen, es ejemplo de una ética o moralidad generada por evolución biológica.
No quiero dejar de recordar que la evolución regula esta ética a partir de neuropéptidos. Hormonas y neurotransmisores como la vasopresina, oxitocina, dopamina modulan continuamente nuestro comportamiento.
La fidelidad, por ejemplo: Las aldeas, o ratones de la pradera americanos que son monogámicos y fieles de por vida sin mácula, tienen este comportamiento porque reciben un baño espectacular de oxitocina cuando se aparean. Este neuropéptido de la confianza, y del vínculo mutuo, en sus diversas fórmulas químicas, se ha demostrado que es la clave en los vínculos monógamos, y en la confianza entre seres de la misma especie.
La teoría de la cultura del honor explica el origen de los conflictos y comportamientos agresivos. Diferencia entre las culturas ganaderas, más agresivas, y las culturas agrícolas más cooperadoras. Pues bien. Quiero hablar de una cultura, cuyos memes han ido evolucionado hacia unas conductas aún más cooperantes. Se trata de las culturas asiáticas. En Asia, el cultivo fundamental es el del arroz. Para cultivar este cereal, aparte de mucha agua hace falta mucha mano de obra. Este grano crece prácticamente en cualquier lugar, desde las llanuras de los deltas, hasta bancales hechos en la montaña, pero siempre con mucho esfuerzo. En Asia hay que esforzarse y colaborar mucho para cultivar el arroz pues requiere muchas horas de trabajo. Primero hay que preparar la tierra y dejarla plana. Hay que preparar los canales para irrigar los campos, y diseñarles la forma adecuada para optimizar las pendientes y la disponibilidad del agua. Tanto en la preparación de la tierra, en la siembra, riego y recogida, hace falta mucho esfuerzo colectivo. Y como hace 10,000 que se domesticó esta planta en las orillas del río Yangtzé, los memes de esta región asiática y de toda su área de influencia han ido evolucionando hacia unas conductas que han favorecido la cooperación de los grupos y unos valores donde se premia el esfuerzo colectivo.
Entre muchos dichos populares, cuando se dice «un trabajo de chinos» nos referimos a un trabajo que requiere esfuerzo y paciencia. Esta es la imagen de este grupo y cultura. Nos los imaginamos molidos, constantes, sin perder la paciencia y cooperadores.
Si analizamos diferentes grupos, tendríamos así que los menos cooperantes son las sociedades ganaderas con recursos escasos, sociedades a menudo agresivas. Les seguirían las sociedades agrícolas cerealistas, tipo mediterráneo, hasta llegar a las sociedades más cooperadoras y trabajadoras que serían las arroceras asiáticas.
Se puede decir que la sociedad china tiene una historia de conflictos internos, de luchas, y de beligerancia en varios momentos de su historia. es cierto, y lo mismo podemos decir de Japón, por ejemplo. Pero también es cierto que de lo que estamos hablando es de una cooperación interna entre el grupo. Las culturas orientales favorecen la ayuda dentro de las familias y entre familias cercanas. No conocemos los mismos casos de conflicto y rivalidad como vemos en los pueblos del antiguo Far West, o entre las familias y clanes de Sicilia o del Sur de Italia, tales como los describen las obras de Roberto Saviano.
El hecho de que al final haya imperado el cultivo del arroz ha propiciado también hábitos diferentes en la cultura alimenticia. Las horquillas y cuchillos de las culturas occidentales son utensilios adecuados para comer individualmente. Ahora bien. las familias, del Este comparten el arroz y otros acompañamientos puestos todos en el centro de la mesa, lo que ha favorecido el uso de bastoncillos más largos que los instrumentos occidentales. Asimismo, nuestras mesas son más rectangulares y alargadas, no pensadas para compartir, mientras que las orientales tienden a ser redondas para permitir el acceso de todos los comensales al manjar puesto en medio de la mesa para todos.
Las preferencias del Oeste son de trigo, queso y carne de cordero y ternera, ya que provienen de culturas ganaderas. El ganado necesita pastos abiertos, con mucha agua y hierba. Estas culturas tienden a consumir mucho más que de lo que los recursos naturales pueden generar. En cambio, las sociedades de tipo agrícola más propias del Este necesitan más estabilidad, campos fijos que se deben trabajar diariamente, con rotación de cultivos, diques de irrigación, viven en grupos, y prefieren el arroz, las verduras, el pescado, aves de corral y un poco de carne.
De hecho, si leemos lo que dicen los historiadores de China, vemos como un calentamiento gradual de la temperatura de 1º anual producido hace unos 2,000 años, provocó un retroceso de la tierra cultivo hacia el sur, lo que desembocó en luchas constantes por la ocupación y uso de la tierra fértil por parte de pueblos y tribus que habitaban más al Norte. O sea que los comportamientos agresivos o violentos no son propios de una genética, sino de unos memes que arraigaban en unos grupos, ya que estos comportamientos les ayudaban como sociedad o grupo a replicarse mejor y perdurar. Sin embargo, los memes que han acabado configurando el comportamiento típico asiático son los propios de la cultura del arroz,
Actualmente, el Sureste de China separado imaginariamente por una línea divisoria que va desde Aihui siguiendo el río Yangtze hasta Tengchong en la región de Yunnan, acumula un 43% del territorio, pero en cambio acoge el 94% de la población. La parte Noroeste tiene el 57% del territorio y no tiene más del 6% de la población. Esta línea separa las granjas agrícolas de los pastos, mientras que otra línea que va del río Huai a las montañas Qin explicada por la cantidad de lluvia caída al cabo del año, divide los cultivos de secano del del arroz.
La cultura del arroz de la costa china, y las tradiciones agrícolas cooperadoras, la cultura de la comida, así como su lenguaje fueron exportadas a Japón y Corea, formando lo que entendemos por la cultura oriental: Una cultura grupal, cooperadora y trabajadora.
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