Josep Valls

Escritor Español

Entendiendo los sesgos cognitivos

por | Sep 13, 2024 | Blog | 0 Comentarios

Entendiendo los sesgos cognitivos: las fuerzas ocultas detrás de nuestras decisiones

Los sesgos cognitivos son patrones sistemáticos de desviación de la racionalidad en el juicio, que nos llevan a sacar conclusiones o decisiones ilógicas. Estos sesgos tienen su origen en la tendencia de nuestro cerebro a tomar atajos mentales (heurísticas) al procesar la información. Si bien estos atajos pueden ayudarnos a tomar decisiones rápidamente, a menudo conducen a errores de juicio. Aquí, exploraremos las categorías clave de sesgos cognitivos, ilustrándolas con ejemplos conocidos y algunos curiosos que seguramente llamarán tu atención.

  1. Sesgos en la forma en que procesamos la información

Estos sesgos afectan la forma en que recopilamos, interpretamos y recordamos la información.

  • Sesgo de confirmación: Uno de los sesgos cognitivos más famosos, el sesgo de confirmación ocurre cuando favorecemos la información que confirma nuestras creencias o hipótesis preexistentes. Tendemos a buscar, recordar e interpretar los datos de una manera que se alinee con lo que ya pensamos.
    • Ejemplo: Imagina que estás convencido de que una dieta en particular es la mejor. Es probable que te centres en las historias de éxito e ignores los estudios que demuestran que puede que no funcione para todos.
  • Sesgo de disponibilidad: Este sesgo ocurre cuando sobreestimamos la importancia de la información que está más disponible para nosotros, a menudo porque es más reciente o tiene una carga emocional.
    • Ejemplo: Después de escuchar sobre un accidente de avión en las noticias, las personas podrían pensar que viajar en avión es peligroso, aunque estadísticamente, es mucho más seguro que conducir.
  1. Sesgos en la forma en que evaluamos y hacemos juicios

Estos sesgos influyen en la forma en que evaluamos las situaciones y los resultados.

  • Sesgo de anclaje: Es la tendencia a confiar en gran medida en la primera información que encontramos (el «ancla») al tomar decisiones. Nuestros juicios finales a menudo están influenciados por esta ancla inicial, incluso si es irrelevante.
    • Experimento curioso: En un experimento famoso, se les pidió a los participantes que estimaran el valor de los artículos, pero antes de hacerlo, se les pidió vocalizar los últimos tres dígitos de su número de seguro social. Sorprendentemente, aquellos con dígitos más altos dieron estimaciones significativamente más altas que aquellos con dígitos más bajos.
  • Efecto de encuadre: La forma en que se presenta la información puede afectar significativamente las decisiones, incluso si la información subyacente es idéntica. Las personas tienden a reaccionar de manera diferente dependiendo de si algo se enmarca positiva o negativamente.
    • Ejemplo: Un tratamiento con una «tasa de supervivencia del 90%» suena más atractivo que uno con una «tasa de mortalidad del 10%», aunque ambas afirmaciones sean matemáticamente equivalentes.
  • Falacia del costo hundido: Esto ocurre cuando las personas continúan un comportamiento o esfuerzo basado en recursos previamente invertidos (tiempo, dinero, esfuerzo), en lugar de los costos y beneficios actuales.
    • Ejemplo: Permanecer en una mala relación o proyecto porque ya has invertido mucho en él, aunque irte sería la mejor opción.
  1. Sesgos relacionados con las influencias sociales

Estos sesgos son moldeados por nuestras interacciones y dinámicas sociales.

  • Efecto Contagio: La tendencia a adoptar creencias o comportamientos porque son populares o porque otros lo están haciendo. A menudo nos ajustamos al comportamiento grupal, a veces sin darnos cuenta.
    • Ejemplo: Las tendencias de moda y los desafíos virales en las redes sociales son excelentes ejemplos del efecto contagio en acción.
  • Efecto halo: Este sesgo se produce cuando nuestra impresión general de alguien influye en cómo nos sentimos y pensamos sobre sus rasgos específicos. Si nos gusta un aspecto de una persona, es más probable que la veamos positivamente en otras áreas.
    • Ejemplo: Si alguien es físicamente atractivo, también podríamos suponer que es inteligente o amable, incluso sin evidencia. Se conoce que la gente atractiva tiene más probabilidades de ser elegido en entrevistas de trabajo. Por este motivo en algunos casos, como en audiciones musicales, se tapa al candidato/a para evitar sesgos.
  1. Curiosidades y extraños sesgos cognitivos

Estos sesgos son menos conocidos, pero pueden tener efectos igualmente sorprendentes.

  • Fenómeno de Baader-Meinhof (Ilusión de Frecuencia): Esto ocurre cuando aprendes algo nuevo, y de repente parece aparecer en todas partes. No es que el fenómeno esté ocurriendo con más frecuencia; simplemente lo estás notando más.
    • Ejemplo: Te enteras de un nuevo modelo de coche y, de repente, ves ese coche en todas partes. Estás embarazada y sólo ves embarazadas. Te compras una mascota, y sólo ves la misma raza que la tuya. 
  • Correlación ilusoria: Esto sucede cuando las personas perciben falsamente una relación entre dos eventos no relacionados.
    • Ejemplo: Algunas personas creen que las lunas llenas causan un comportamiento extraño, a pesar de que no hay evidencia científica que lo respalde. Muchas personas mantendrán usando argumentos del caso único o de tipo personal que están convencidos de su relación con los partos, crisis mentales, inquietud, etc.
  • Efecto Dunning-Kruger: Este sesgo describe cómo las personas con baja capacidad o conocimiento en un área en particular tienden a sobreestimar su competencia. Por el contrario, aquellos con alta competencia a menudo subestiman sus propias habilidades.
    • Ejemplo: Un ajedrecista novato puede creer que es muy hábil después de ganar algunas partidas, sin darse cuenta de la profundidad de la estrategia que entienden los jugadores más experimentados.

¿Por qué son importantes estos sesgos?

Los sesgos cognitivos dan forma a la forma en que vemos el mundo, interpretamos la información y tomamos decisiones, lo que a menudo nos lleva a conclusiones erróneas. Ser conscientes de ellos puede ayudarnos a pensar de manera más crítica, tomar mejores decisiones y comprender las perspectivas de los demás. Al reconocer estos atajos mentales, podemos comenzar a desafiar nuestras suposiciones y acercarnos a un pensamiento más racional y objetivo.

Nuestras mentes son increíblemente eficientes, pero no son infalibles. Los sesgos cognitivos son fascinantes porque muestran cómo la eficiencia del cerebro a veces puede conducir a resultados irracionales. Ya sea sobreestimando la frecuencia de eventos raros, ajustándose a las opiniones de los demás o cayendo en el efecto de encuadre, todos caemos presa de estos sesgos. Al comprenderlos, podemos navegar mejor nuestros procesos de toma de decisiones y, con suerte, evitar las trampas más comunes.

Esta exploración de los sesgos cognitivos es solo la punta del iceberg. Si quieres profundizar en cómo nuestras mentes nos engañan y cómo burlar estos prejuicios, ¡asegúrate de estar atento a más contenido en este canal!

 

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