Ruido en los juicios: cómo los factores sutiles pueden afectar las decisiones importantes
En su libro «Ruido: Un defecto en el juicio humano», Daniel Kahneman, junto con Olivier Sibony y Cass Sunstein, explora una forma de sesgo menos familiar pero igualmente poderosa que afecta la toma de decisiones humana: el ruido. A diferencia de los sesgos cognitivos, que son errores de juicio consistentes y predecibles, el ruido se refiere a la variabilidad aleatoria e impredecible en las decisiones que teóricamente deberían ser consistentes. Un ejemplo sorprendente es cómo los factores externos, como los niveles de glucosa de un juez, pueden influir en las decisiones en una sala de audiencias.
- El impacto de la glucosa en las decisiones judiciales
Uno de los estudios más reveladores citados en Noise revela que las decisiones de los jueces sobre los casos de libertad condicional pueden verse significativamente influenciadas por sus niveles de glucosa. Este estudio examinó cientos de decisiones de libertad condicional y encontró que:
- Temprano en el día o justo después de una comida, los jueces eran más propensos a otorgar la libertad condicional.
- Más tarde en el día o antes de las comidas, cuando sus niveles de glucosa bajaban, los jueces eran más propensos a negar la libertad condicional y optar por el statu quo.
Este sorprendente hallazgo pone de relieve una forma de «ruido»: la inconsistencia en la toma de decisiones basada en un factor externo irrelevante como el hambre. No es que los jueces tomen conscientemente decisiones sesgadas, sino que su energía mental disminuye, lo que los lleva a optar por opciones más seguras y fáciles (denegación de libertad condicional). Este efecto demuestra cómo los juicios pueden ser influenciados por estados físicos aparentemente triviales, socavando la equidad y la objetividad.
- Ruido vs. sesgo: ¿Cuál es la diferencia?
Si bien los sesgos cognitivos son sistemáticos y predecibles (por ejemplo, sesgos de confirmación o sesgos de disponibilidad), el ruido es aleatorio y situacional. Diferentes tomadores de decisiones, o incluso el mismo tomador de decisiones en diferentes momentos, pueden producir juicios muy diferentes en situaciones idénticas.
Por ejemplo:
- Prejuicio: Si un juez tiene un sesgo general hacia la mano dura con el crimen, siempre dictará sentencias más severas, independientemente del caso.
- Ruido: Si un juez es más indulgente en un día lluvioso o menos indulgente cuando está fatigado, su decisión puede variar de un momento a otro sin ninguna razón lógica.
Esta variabilidad puede ocurrir en cualquier profesión en la que el juicio juegue un papel crucial, desde los médicos que diagnostican a los pacientes hasta los gerentes que realizan evaluaciones de desempeño.
- Otros ejemplos del mundo real de ruido en el juicio
El ruido existe en varios campos, afectando las decisiones de maneras que a menudo pasan desapercibidas pero son significativas.
- Diagnósticos médicos: Los médicos que reciben el mismo caso médico pueden llegar a diferentes diagnósticos debido al ruido. El estado de ánimo de un médico, la hora del día o incluso el comportamiento del paciente pueden influir en las decisiones médicas. Esta aleatoriedad conduce a inconsistencias en las recomendaciones de tratamiento que tienen consecuencias que alteran la vida.
- Evaluaciones de desempeño: Las evaluaciones de los empleados a menudo están sujetas a ruido. Dos gerentes que revisan al mismo empleado pueden dar puntajes muy diferentes debido a factores subjetivos (estado de ánimo personal, interacciones recientes o incluso factores estresantes externos) a pesar de supuestamente evaluar los mismos criterios.
- Decisiones de contratación: Las entrevistas de trabajo son conocidas por su ruido. El mismo candidato puede ser evaluado de manera muy diferente dependiendo de quién lo entreviste, la hora del día o el orden en que fue entrevistado. Esta variabilidad dificulta garantizar la equidad en las prácticas de contratación.
- El ruido en la vida cotidiana: el papel de las pequeñas influencias inadvertidas
Podríamos pensar que solo los factores importantes influyen en las decisiones, pero los factores pequeños, a menudo inadvertidos, pueden tener un gran impacto. He aquí algunas formas sutiles en las que el ruido puede colarse en nuestros juicios cotidianos:
- Clima y estado de ánimo: Los estudios muestran que las personas son más optimistas y generosas en los días soleados en comparación con los nublados. Este efecto puede influir en decisiones tan significativas como la aprobación de préstamos o la realización de inversiones.
- Momento de las decisiones: Las personas tienden a tomar decisiones más arriesgadas por la tarde, después de que sus recursos mentales se han agotado por un día de toma de decisiones. Este fenómeno se conoce como fatiga de decisión, y conduce a un mayor ruido en las decisiones tomadas más tarde en el día.
- Contexto y entorno: Incluso el entorno en el que se toma una decisión puede introducir ruido. Por ejemplo, las personas a las que se les pide que donen dinero en un entorno limpio y bien iluminado pueden dar más que si se les pidiera en un entorno caótico o con poca luz.
- Reducir el ruido: ¿es posible?
Si bien es posible que no sea posible eliminar el ruido por completo, Noise ofrece estrategias para mitigar sus efectos:
- Higiene de decisiones: Kahneman sugiere implementar procesos estructurados de toma de decisiones para reducir la variabilidad. Por ejemplo, los jueces podrían recibir pautas claras o árboles de decisión para reducir la influencia de factores externos como la hora del día o el hambre.
- Juicios grupales: En lugar de confiar en el juicio de una sola persona, agrupar las decisiones de varias personas puede ayudar a reducir el ruido. Al agregar opiniones, es más probable que las fluctuaciones aleatorias en los juicios individuales se anulen entre sí.
- Consistencia en los procedimientos: En profesiones en las que se hacen juicios importantes (como la atención médica o el derecho), los procedimientos estandarizados y las listas de verificación pueden reducir el ruido al garantizar que las decisiones sigan una lógica más consistente, independientemente de las influencias externas.
El ruido como amenaza invisible para un juicio justo
La exploración de Kahneman del ruido revela cuánta variabilidad invisible hay en nuestros procesos de toma de decisiones. Si bien los sesgos cognitivos sesgan las decisiones de manera predecible, el ruido agrega una capa impredecible de inconsistencia que puede ser igual de dañina, especialmente en campos donde la equidad y la precisión son primordiales.
Al tomar conciencia de estas influencias ocultas, como el hambre, el estado de ánimo y el momento, podemos tomar medidas para tomar decisiones más coherentes y justas, tanto en la sala del tribunal como en la vida cotidiana.
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